Mi experiencia en la EPTI la considero como el viaje más importante que he hecho en mi vida. Es y ha sido una aventura que marcó un antes y un después en mi vida. La experiencia es mucho más que aprender a ser una buena coach. Y lo digo así porque fueron casi 3 años en los que viví una verdadera transformación, ademas de aprender muchas herramientas y técnicas para acompañar a otros seres en sus procesos de transformación.
Aprendí a conocerme desde el cuerpo, algo que nunca pensé hacer en mi vida, danzar para conocerme y sanar.
Experimenté mis fortalezas, mis recursos escondidos, mi niña juguetona, mis miedos más temidos e incluso reconocí los aspectos más juzgados y rechazados en mi y en otros. Descubrí que había detrás de esos miedos y aspectos en sombra: una hermosa parte de mi que no me permitía expresar por condicionamientos y creencias arraigadas en mi y en mi linaje familiar. Desperté toda la creatividad que llevaba años reprimiendo. Aprendí a confiar realmente, a disfrutar la vida y a amar. Me di cuenta de que en realidad no tenía idea qué significaba realmente la confianza, el disfrute, el amar, el poder personal, la creatividad, el servir y el trascender. Sané a mi madre y a mi padre. Los perdoné y me perdoné. Aprendí a sincronizarme con el universo y con todo lo que nos rodea para fluir con la vida y vivir en abundancia.
Me sentí en todo momento acompañada y abrazada por todas y todos las/los facilitadores y coaches de la escuela. Sentí un amor inmenso en cada encuentro y mucho profesionalismo. También hice amistades muy profundas.
La experiencia en la escuela me ayudó a soltar todo aquello que no era parte de mi esencia y a ser quien yo realmente soy sin miedo.
Mi vida cambió en 360 grados, tanto así que dejé mi profesión de abogada por dedicarme a lo que más amo, acompañar a otros a sanar y ser la mejor versión de su ser.
Lo que se vive y se siente en esta experiencia es único. Es amor puro, amor de tribu. Es sanar desde cada una de nuestras células.
Actualmente me dedico a acompañar a personas con coaching y astrología psicológica. Me siento realizada y más abundante que nunca antes en mi vida
Catalina Sánchez Bretón